La CVC y la participación pública.
La represa La Salvajina fue construida en 1985 como una iniciativa de la CVC entidad encargada del manejo ambiental de los departamentos del Valle del cauca y Cauca. Este proyecto nace como solución a la problemática de inundación que presentaban algunas poblaciones debido a la creciente del caudal del rio Cauca. Además se realizo la construcción de una hidroeléctrica para maximizar el uso de la represa.
La CVC le vendió a la comunidad este proyecto como una oportunidad de progreso que mejoraría sus condiciones de vida. Además dice haber concertado con la comunidad para la ejecución del mismo. Sin embargo la comunidad argumenta no haber sido consultada. Y que el proyecto los afecto negativamente pues perdieron casas, cultivos y sus trabajos. Por lo cual a partir de la construcción de la represa se presentaron desacuerdos entre las partes.
Estos desacuerdos pudieron ser mitigados si el proyecto hubiera involucrado otros actores que permitieran su correcta evaluación. En este caso se necesitaba evaluar la situación no solo de las comunidades que sufrían del problema de inundación, sino también de aquellas que están ubicadas cerca a la represa. Para esto se pudo realizar una medición más fiel de la zona que quedaría inundada, así se hubieran encontrado soluciones efectivas a la problemática que tendrían que vivir las personas afectadas por esta.
Y aunque otros actores pueden hacer estudios técnicos y socio-culturales la entidad convocante del proyecto debería haber contado con una participación activa de la comunidad. Así se pueden llegar a acuerdos de beneficio mutuo. El permitir que la comunidad participe en la toma de decisiones hace que se planifiquen las prioridades y se apropien del proyecto. Además se cuenta con el conocimiento de los pobladores de la zona que facilita hallar soluciones a su problemática.
La CVC debería valorar la participación comunitaria desde un inicio para que ellos también aporten a la evaluación del riesgo, los procesos de gestión y a través de la apropiación del proyecto se involucre en la sostenibilidad del mismo.
Además no solo debe consultar con la comunidad, debe cumplirles a ellos con los compromisos adquiridos. Pues de lo contrario se entorpece el progreso de la población y la comunidad perderá toda confianza en esta entidad. Siendo así se entorpecerán proyectos futuros, como es el caso actual del proyecto de desviación del Rio Ovejas.
Aunque actualmente se vive un problema mayor debido a la concesión del manejo de la represa a EPSA-FENOSA entidad que no está teniendo en cuenta las peticiones de la comunidad y argumenta no haber heredado los compromisos culturales, sociales y ambientales adquiridos por la CVC previamente.
Se recomienda que la CVC en sus próximos proyectos implemente un modelo participativo en el que la entidad tenga la iniciativa de consultar a la comunidad y se concerté con ella las decisiones a tomar. De esta manera se lograra maximizar el beneficio para las dos partes. Además debe asegurarse del cumplimiento de los compromisos adquiridos así el proyecto sea dado en concesión a otra entidad.
Lina Quiceno.
Unión FENOSA-EPSA:
La Unión FENOSA actúa a través de la Empresa de Energías del Pacifico S.A.-EPSA que es la encargada de la generación de energía la cual es distribuida a lo largo de la costa Caribe colombiana. Estas compañías han impactado negativamente a nivel social y ambiental a los municipios de Suárez, Buenos Aires y Morales, por medio de la creación de la Represa La Salvajina, ya que gracias a la privatización del sector eléctrico, han pasado ha encargarse de la represa. El principal problema derivado de la construcción del embalse, fue la irresponsabilidad de las empresas en el momento de cumplir con los pasivos ambientales y sociales asociados de la adquisición de la misma.
El proyecto de desviación del Río Ovejas para potencializar el embalse la Salvajina ha generado desacuerdos, gracias a que la toma de decisiones se realiza por medio de una evaluación del impacto ambiental del proyecto para discutir su viabilidad, la comunidad pudo ser participe de la decisión. Cuando en 1997 se inicia la consulta previa, la cual fue costeada por EPSA, se encuentran deficiencias en la evaluación. Fue claro que la comunidad se objeto y se opuso al proyecto, para proteger sus intereses y su riqueza cultural y natural.
En 2004 resurge el proyecto de la desviación del río Ovejas, se realiza una nueva evaluación del impacto ambiental y se adquiere una autorización por parte del ministerio del medio ambiente, aunque la comunidad sigue en oposición al proyecto.
El proyecto de la desviación del río Ovejas involucró instituciones ambientales como la CVC, compañías del sector privado como Unión FENOSA y EPSA, y la comunidad. La participación de la comunidad en las decisiones se ha realizado como ya se menciono por medio de evaluaciones, en la cuales se han podido medir el impacto que generaría el desarrollo del proyecto, tanto a nivel ambiental, como social y cultural.
Para facilitar la labor se han nombrado voceros de los diferentes municipios, los cuales participaron en el acompañamiento técnico en el momento de la evaluación, esto se realizó como un método de auditoria del proyecto. Para esto también se acordó entregar los resultados obtenidos directamente a la Autoridad Ambiental.
Aunque la participación de la comunidad en la toma de decisiones es prioritaria, ya que ellos se ven afectados directamente, las entidades del sector privado consideran que en asuntos de desarrollo de proyectos tecnológicos, la comunidad debería tener participación limitada. Es decir, que en momento de tomar la decisión se tengan en cuenta los resultados de la evaluación a la comunidad, pero que este no sea un impedimento para la elaboración del proyecto. Y de causar daño a la comunidad que se implemente un mecanismo de participación que permita que habitantes de las comunidades afectadas actúen en el proceso, ya sea en la veeduría, auditoria o evaluación del mismo, para lograr resarcir el daño ocasionado.
“La desconfianza por parte de la comunidad frente a las entidades privadas, no permite del desarrollo tecnológico de la región, el cual puede traer beneficios para todos”.
Annie B. Melo
MINEROS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA REPRESA LA SALVAJINA:
¿UNA PARTICIPACIÓN INCLUYENTE?
Los proyectos de carácter científico y tecnológico se implementan en una comunidad, generalmente, porque se intenta con las nuevas tecnologías y desarrollos mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo, en muchas ocasiones los intereses particulares de minorías económicas o políticas interfieren en estos proyectos trayendo consigo grandes problemáticas para la comunidad.
Este es el caso del Proyecto La Represa la salvajina, que nace inicialmente, con el objetivo de controlar las inundaciones que se presentaban en las épocas de lluvia, que afectaban considerablemente las localidades de Suarez, Mindala, Morales, López de Micay y La Toma. Así mismo se buscaba aprovechar la represa como hidroeléctrica con el fin de generar energía para el Valle del Cauca. Este proyecto empieza como una iniciativa de la CVC, pero hoy en día lo manejan la empresa privada constituida por la Unión FENOSA – EPSA.
Durante el desarrollo de este proyecto, existieron diferentes conflictos con la comunidad quienes argumentaban que sentían violentados sus derechos humanos, sociales, económicos, colectivos y de territorio, pues nunca fueron consultados los términos en que se realizaría el proyecto ni los arreglos a los que llegarían de verse afectados su lugar de trabajo, vivienda, entre otros.
Para esto último encontramos que la minería, principal actividad económica de la zona, se vio afectada por la construcción de la represa, afectando a más de 500 familias de mineros que vivían de la extracción artesanal de oro en el Rio Cauca. Para estas personas, el proyecto no representó sus intereses ni necesidades y mucho menos estuvo encaminado a mejorar su calidad de vida, ya que desde su inicio, los mineros se opusieron a esta construcción y fueron la empresa privada y demás organizaciones al margen de la ley quienes por medio de la fuerza los obligaron a desalojar su lugar de trabajo (Rio Cauca) para poder desarrollar la Represa de La Salvajina.
Hoy en día este desalojo forzado, ha llevado a que estas comunidades migren hacia Popayán, Morales, Cali y Piendamo y los mineros trabajen en minas ilegales con otro tipo de tecnología (Retroexcavadoras), diferente a la artesanal (extracción a partir de batea), creando condiciones riesgosas que atentan diariamente con su vida.
Definitivamente, este proyecto se aleja de ser un ejemplo de un modelo participativo, porque a pesar que algunas localidades se vieron beneficiadas con el control de inundaciones, gran parte de la comunidad se sigue sintiendo violentada en sus derechos y desplazada forzadamente de sus lugares de trabajo, como es el caso de los mineros. Por tanto es indispensable que exista una sinergia entre la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad en la medida que se busque mejorar la calidad de vida de las comunidades involucrándolas activamente en el desarrollo de los proyectos y evitando que los intereses particulares primen sobre los colectivos.
Marcela Delgado Cuartas. Cód: - 07111003